Me presento: soy Lola, la persona que está detrás de Kimua. Alguien me dijo una vez que era una buscadora... Debe de ser verdad porque no he dejado de buscar qué tenía la vida preparado para mí. Eso me ha llevado a muchos sitios: con 18 años sólo pensaba en saber quién era y por qué la vida me resultaba tan complicada, así que decidí buscar en el arte y decidí estudiar fotografía.

Años más tarde, sentí el impulso de conectar más con la naturaleza. Entré en una bellísima escuela agraria que me trajo muchas cosas buenas... Recuerdo la primera vez que salí a caminar por algún hermoso bosque de este maravilloso lugar en el que vivo y me di cuenta de que conocía los nombres de los árboles, la forma de sus hojas, qué les dañaba... Creo que jamás en mi vida me había sentido tan acompañada: los árboles, y todo lo que ocurre entre ellos, siempre me han fascinado.

Después de la escuela agraria llegué a unos maestros floristas catalanes increíbles que hablaban de crear emociones con la naturaleza y seguí buscando... En ese momento mi hijo estaba en camino y yo no lo sabía, así que en ese año nació mi querido Luka y comencé a gestar KIMUA. Alguien importante eligió el nombre, "brote" en euskera, una palabra que para mí significa mucho. Y así el mundo de la naturaleza, las plantas, las flores, la creatividad dieron paso a Kimua.

Hemos pasado 5 años en una tiendecita del casco medieval aprendiendo, creando, conociendo gente inspiradora y maravillosa. Y ahora llegamos a una nueva etapa. Kimua estudio de arte floral pretende ser un espacio de artesanía floral con materiales secos y preservados, un espacio de naturaleza y de sinergias donde este deseo de búsqueda y nuestra creatividad pueda seguir creciendo y creando para poder compartirlo con tod@s vosotr@s.